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Suiza Refuerza las Leyes Contra la Violencia Sexual: “No Significa No”

Suiza Refuerza las Leyes Contra la Violencia Sexual: “No Significa No”

Desde julio de 2024, Suiza ha implementado una nueva legislación sobre delitos sexuales que redefine la violación y la coerción sexual bajo un principio claro y contundente: “no significa no”. Con esta reforma, el país da un paso significativo en la protección de las víctimas, alineándose con un enfoque más centrado en el consentimiento y la dignidad de quienes sufren agresiones sexuales.

Un Cambio Legal Basado en el Consentimiento

La nueva normativa establece que, si una persona expresa su negativa —ya sea verbalmente o mediante gestos— y su deseo es ignorado intencionalmente, el acto se considerará violación. Esto representa una evolución respecto a la legislación anterior, en la que solo se consideraba violación o coacción sexual cuando la víctima era forzada a través de violencia, amenazas o resistencia activa.

Ahora, la ausencia de un “sí” claro y voluntario es suficiente para determinar que el consentimiento no fue otorgado, garantizando una mayor protección a las víctimas.

Reconociendo el Estado de Shock de la Víctima

Otro aspecto clave de la reforma es el reconocimiento de situaciones en las que la víctima puede encontrarse en estado de shock, paralizada y sin capacidad de expresar su negativa. En estos casos, la ley considera esta falta de reacción como un “no” implícito, asegurando que los agresores que se aprovechen de esta condición sean responsabilizados por violación o coerción sexual.

Este cambio es fundamental, ya que muchas víctimas de agresión sexual no pueden reaccionar debido al miedo, la confusión o el impacto psicológico del momento. Al eliminar la necesidad de demostrar resistencia activa, Suiza moderniza su legislación para reflejar mejor la realidad de estos crímenes.

 

Un Paso Adelante en la Protección de los Derechos Humanos

Con esta reforma, Suiza se une a otros países europeos que han adoptado leyes basadas en el consentimiento, fortaleciendo el marco legal para combatir la violencia de género y garantizar justicia para las víctimas. Además, la nueva legislación envía un mensaje claro: el consentimiento debe ser explícito, voluntario y libre de presiones o manipulaciones.

Este avance no solo tiene un impacto legal, sino que también contribuye a un cambio cultural, promoviendo la educación sobre el consentimiento y la erradicación de mitos sobre la violencia sexual.

La implementación de leyes más estrictas y acordes con la realidad social es clave para construir una sociedad más segura y justa. Suiza marca el camino con esta reforma, demostrando que la protección de las víctimas y el respeto por los derechos humanos deben estar en el centro del sistema judicial.

Fuente: RTP Noticias

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