Por Angeles Santana, Fundadora de Santana Globally We Care
Queridas amigas y amigos,
El mes de octubre nos invita, como cada año, a detenernos y reflexionar sobre una realidad urgente: el abuso y la violencia que tantas personas, en su mayoría mujeres, sufren en silencio. Este mes, dedicado a la concienciación sobre la violencia y el abuso, no es solo un recordatorio de los desafíos que enfrentamos, sino también un llamado colectivo a la acción.
En Santana Globally We Care (SGWC), sabemos que la lucha contra el abuso no puede limitarse a un solo mes del año. Cada día, miles de mujeres y niños en todo el mundo enfrentan situaciones de violencia doméstica, maltrato emocional, abuso sexual y exclusión social. Cada historia es única, pero todas comparten algo en común: el dolor que dejan estas heridas y la necesidad urgente de que haya una mano que acompañe, escuche y apoye en el camino hacia la recuperación.
Octubre: Un Punto de Partida, No de Llegada
El mes de octubre es fundamental para visibilizar esta problemática y unir esfuerzos a través de campañas, talleres y eventos de sensibilización. Sin embargo, la verdadera transformación ocurre cuando el compromiso se mantiene más allá del calendario. Las víctimas necesitan un apoyo constante para reconstruir sus vidas, y nuestra misión como sociedad es recordarles cada día del año que no están solas y que su historia importa.
Transformar el Dolor en Fuerza
Es en esta continuidad donde reside la esperanza. En SGWC hemos visto cómo el poder de la educación, el acceso a recursos y la comunidad pueden transformar vidas. El empoderamiento y la sanación no ocurren de la noche a la mañana, sino a través de un proceso que requiere tiempo, paciencia y solidaridad. Por eso, cada programa que ofrecemos se enfoca en brindar no solo habilidades prácticas, sino también fortaleza emocional para que las mujeres y niños afectados encuentren una salida al ciclo del maltrato y construyan un futuro más brillante.
Un Llamado a la Acción Constante
Desde SGWC, hacemos un llamado a cada persona, empresa y organización para que esta lucha no se apague con el fin de octubre. La violencia no descansa, y nuestra responsabilidad como agentes de cambio tampoco debe hacerlo. Cada gesto de apoyo, cada palabra amable, cada recurso compartido puede ser la diferencia para alguien que está atravesando momentos difíciles.
Educar, escuchar, actuar y transformar son pilares que debemos mantener vivos en cada momento del año. No podemos permitirnos retroceder. La concienciación y la prevención requieren continuidad y compromiso colectivo.
Un Futuro Sin Violencia es Posible
Estoy convencida de que un futuro sin violencia es posible si trabajamos juntos. La clave está en la constancia, la empatía y la determinación. No basta con alzar la voz en octubre; necesitamos seguir hablando, educando y ayudando cada día. Juntos, podemos construir una sociedad más justa, donde las mujeres, niños y todas las personas vulnerables vivan con dignidad, seguridad y esperanza.
Les invito a unirse a esta causa todo el año: desde compartir un mensaje de apoyo, colaborar con organizaciones que luchan por los derechos humanos, hasta educarse sobre los signos de abuso. Cada acción cuenta y tiene el potencial de salvar una vida.
Este octubre, renovemos nuestro compromiso, pero hagamos que ese compromiso perdure. La lucha por un mundo libre de violencia es una tarea de cada día.
Con esperanza y gratitud,
